¿Cómo redactar un contrato mercantil?

¿Qué es un contrato mercantil?

A simple vista, el contrato mercantil puede parecer similar a un acuerdo laboral convencional. Ambos implican un acuerdo entre partes, ya sea verbal o escrito, en el que una parte se compromete a pagar a la otra a cambio de ciertos servicios. Sin embargo, existen diferencias fundamentales que distinguen estos dos tipos de contratos. Tal y como dice el código de comercio, que es que regula este tipo de contratos. En su:

“TÍTULO IV
Disposiciones generales sobre los contratos de comercio
Artículo 50

Los contratos mercantiles, en todo lo relativo a sus requisitos, modificaciones, excepciones, interpretación y extinción y a la capacidad de los contratantes, se regirán en todo lo que no se halle expresamente establecido en este Código o en Leyes especiales, por las reglas generales del Derecho común”.

En un contrato mercantil, el contratista opera de manera independiente, llevando a cabo su labor por cuenta propia. Por el contrario, en un contrato laboral, el empleador contrata a un trabajador para que opere bajo su dirección y conforme a las necesidades de la empresa. Esta distinción es crucial, ya que en el contrato mercantil las partes pueden ser tanto personas físicas como jurídicas, lo que abarca desde autónomos hasta sociedades limitadas y cooperativas.

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Características Esenciales del Contrato Mercantil

Independientemente de si se formaliza de manera verbal o escrita, un contrato mercantil debe cumplir con ciertas condiciones para ser válido y estar en consonancia con la legalidad vigente. Estas condiciones incluyen:

• Consentimiento libre de ambas partes, sin coacción ni vicios.
• Capacidad legal de las partes para ejercer sus derechos.
• Objeto o servicio contratado que sea lícito y no contravenga las leyes vigentes.

Elementos Fundamentales en la Redacción del Contrato Mercantil

A diferencia de un contrato laboral, que sigue un formato predefinido, el contrato mercantil ofrece una mayor flexibilidad en la negociación de cláusulas entre las partes. Sin embargo, existen elementos mínimos que deben incluirse para evitar posibles disputas legales:

• Identificación de las partes y sus representantes: Es crucial especificar quiénes son las partes involucradas en el contrato y quiénes los representan.
• Obligaciones de las partes: Se deben detallar los compromisos asumidos por cada parte, así como las consecuencias del incumplimiento. También se debe especificar qué recursos o medios aportará cada parte.
• Objeto del contrato: Debe describirse claramente el motivo, cosa o servicio por el cual se establece el acuerdo mercantil.
• Duración del contrato: Se deben establecer las fechas de inicio y finalización del acuerdo, así como las condiciones para su terminación, incluyendo posibles indemnizaciones y plazos de preaviso.
• Indemnización por cese: Deben especificarse las indemnizaciones en caso de cese unilateral por parte de la empresa y por parte del trabajador.
• Jornada de trabajo: Se debe definir si existe libertad de horario o si se requiere un horario específico para desempeñar las funciones o servicios.
• Forma de pago: Debe aclararse cómo se abonará el importe total de los servicios prestados, incluyendo plazos y posibles comisiones.
• Exclusividad: Las partes deben acordar si el prestador del servicio puede trabajar para otras empresas en el mismo sector.

Al asegurarse de incluir estos elementos esenciales, las partes pueden evitar malentendidos y conflictos potenciales, garantizando así un contrato mercantil sólido y legalmente vinculante.

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Preguntas Frecuentes